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7 recomendaciones para lograr grandes ahorros en gasto energético

  • Creado: 07 FEB 2020

La energía es uno de los consumibles que más afectan a los costos operativos de una empresa, ya que el consumo energético industrial es masivo. Además, debido a las características de la energía, no es posible almacenarla de forma eficiente, por lo que lo mejor que se puede hacer al momento de generarla, es utilizarla.

Los sistemas de almacenamiento de energía son tan poco favorables en un ambiente industrial, que el costo de su operación y mantenimiento puede causar el efecto contrario al buscado, es decir, se corre el riesgo de detener la operación por falta de energía.

No obstante la dificultad de lograrla, la optimización del gasto energético debe ser una prioridad para cualquier instalación industrial, puesto que al utilizar los recursos energéticos disponibles de una forma eficiente, podemos generar más ingresos con menos recursos, disminuir los costos operativos y crecer la capacidad productiva sin tener que incrementar las instalaciones.

Incidencia de las redes inteligentes de iluminación en la operación industrial

Si bien la iluminación representa un monto relativamente bajo del total del consumo eléctrico en una planta (10-20%), la iluminación es uno de los servicios que tiene un mayor impacto fijo en el gasto de cualquier industria, ya que la iluminación de una planta es independiente de los volúmenes de fabricación, distribución o venta. 

Es claro que, debido a factores de seguridad, todas las áreas de una instalación (patio de maniobras, áreas de producción, almacén, laboratorios, etc.) deben cumplir en todo momento con los valores de iluminación necesarios para garantizar un ambiente seguro en el que los trabajadores puedan desempeñar sus labores. 

Sin embargo, las empresas no tienen una ocupación del 100% en ninguno de sus espacios. Por ello, el contar con un sistema de iluminación inteligente las ayuda a administrar de una forma más eficiente la energía que utilizan, al mantener los niveles lumínicos óptimos en cada lugar y momento, por medio de sensores y algoritmos que les permiten adaptar ágilmente sus sistemas de iluminación.

No hay una receta única que se pueda aplicar a toda industria, pues no existen dos plantas exactamente iguales, incluso si pertenecen al mismo corporativo y elaboran los mismos productos. Simples diferencias, como la ubicación geográfica y las condiciones físicas de los alrededores, así como las diferencias en la operación diaria, hacen necesario que cada una disponga de un sistema autónomo, diseñado con sensores específicos que le permitan ser autoadaptable a los cambios y lograr un funcionamiento óptimo de la iluminación, con ahorros que pueden superar el 85% del consumo previo.

7 ahorros que no te habías imaginado

¿Cómo podemos lograr que un sistema de iluminación alcance un ahorro de tal importancia? Es necesario recurrir a las diferentes tecnologías disponibles, seguir los principios de seguridad y mantener los niveles óptimos de iluminación en base a la ocupación de las áreas y al movimiento del personal en todo momento.

He aquí 7 recomendaciones con las cuales podemos verificar nuestro nivel de avance:

  1. Reemplazo de luminarias a LED. Con el simple hecho de realizar un cambio de luminarias por otras de tecnología más eficiente, como la iluminación LED, se pueden lograr importantes reducciones en el consumo energético.

  2. Ajuste de tareas. También es necesario ajustar los niveles lumínicos de acuerdo con las tareas a realizar, ya que el requerimiento lumínico es diferente en cada área según las actividades que se desempeñen en ella.

  3. Sensores de luz natural. La luz natural es la mejor fuente de iluminación que podemos aprovechar, por lo que, cuando sea posible, es conveniente hacer uso de ésta. Mediante sensores que determinan la cantidad de luz natural que se tiene al interior de un área, el sistema de iluminación artificial compensará sólo la cantidad de luz que sea necesaria para asegurar el nivel lumínico óptimo.

  4. Sensores de ocupación. El determinar la ocupación de un área es una herramienta que podemos utilizar para optimizar las áreas, rutas de tránsito y uso de la energía. De este modo, podemos iluminar solamente cuando exista ocupación y, en caso contario, disminuir el nivel lumínico o apagarlo, según lo permita la operación propia de cada área.

  5. Zonificación de áreas. Al definir áreas y tener configuraciones específicas para cada una de ellas, podemos personalizar el comportamiento del sistema de iluminación, mientras que en un sistema tradicional, el control de la iluminación se realiza por medio de los circuitos eléctricos, los cuales no se pueden ajustar o modificar fácilmente. 

  6. Microzonificación. Una vez que tenemos definidas las áreas, los especios se pueden dividir en áreas aún más pequeñas, con el fin de ajustar los parámetros para labores especificas, como áreas de inspección, escritorios, mesas de control o captura de información. 

  7. Setback. Se pueden lograr ahorros mayores al sumar parámetros cuyo fin es incrementar la autonomía del sistema y reducir la intervención humana. Tal es el caso de la calendarización predeterminada (con reducciones en ciertos marcos de tiempo, como días de la semana, horarios de inicio y horarios de fin de jornada) o el uso del reloj astronómico (con una configuración basada en la salida y puesta del sol).

 

Últimas recomendaciones

Debido a que existen diversas opciones en el mercado y a que el sistema de iluminación inteligente es un equipo con el cual las empresas vivirán durante años, es de vital importancia que desde el inicio se seleccione de forma meticulosa cuál es el sistema que ofrece la mejor relación precio/valor. Por ello, es conveniente verificar que la opción que se elija integre las siguientes características:

  • Modular: que cada una de las etapas puedan funcionar sin la necesidad de tener un sistema complejo.

  • Escalable y flexible: se busca un sistema que tenga la capacidad de crecer de acuerdo con las necesidades del cliente, buscando cubrir todas las necesidades que existan en el futuro.

  • Programable: que se puedan cambiar los parámetros de acuerdo con las necesidades que se tengan de forma autónoma y evitando los errores del factor humano.

  • Fácil de utilizar: el sistema debe de ser fácilmente aprovechado por todo el personal involucrado; la facilidad de uso se traduce en velocidad de operación.

Colaboración de Carlos Omar Pérez Hernández, Ingeniero de Aplicaciones en H2OWorks |